Meditar es fácil,
podemos hacerlo en cualquier parte, tan sólo por un momento.
Muchas veces
pensamos que para poder iniciar la tan recomendada práctica de la meditación
debemos tomarnos una hora completa, ir a un lugar específico, tal vez una
clase, vestir ropa adecuada, etc.
Pero la realidad es que si lo deseamos
podemos iniciar nuestras meditaciones todos los días aunque sea por 5 o 10
minutos al levantarnos, antes de dormirnos, o durante el día para empezar a
experimentar sus grandes beneficios. Y, probablemente, una vez que le tomes
gusto a esta práctica o desees elevar tu nivel, entonces si encontrarás el
tiempo para meditar diariamente por una hora continua en un lugar tranquilo que
te permita conectarte con tu interior.
La meditación es
una disciplina que te ayuda a desconectarte de tus pensamientos con el objetivo
de relajar tu mente y tu cuerpo. Conforme vayas practicando descubrirás que
puedes encontrar tu paz interior y controlar tus pensamientos para no
reaccionar de manera agresiva ante una situación determinada.
Obviamente no es
tan fácil como suena, pero con la práctica lograrás controlar tu respiración y
dominar tu mente. Lo recomendable es mantener una posición con la espalda
siempre derecha para ayudar a un mejor flujo del aire, puede ser la que a ti te
parezca más cómoda, no necesariamente la posición de loto u otra posición que
pueda parecer incómoda como las que normalmente vemos en la publicidad.
Algunos beneficios
de los que disfrutarás son: reducción del estrés, aumento en tu autoestima,
mayor concentración, pensamientos más positivos, mejores relaciones con quienes
te rodean, mejoras en tus horas de sueño, entre otras.
Atrévete, empieza
hoy, solo cierra los ojos, relájate y hazlo por algunos minutos. Concéntrate y
disfruta tus meditaciones diarias. Seguramente pronto irás aumentando el tiempo
que la practicas.
El objetivo de todo esto es mantenerte conectado a tu fuente de
paz y luz interior.
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